Hace poco me senté con Artem Stopnevich, director general de Corporación Lobos Sabiospara discutir la paradoja que enfrenta la gestión patrimonial moderna. Sobre el papel, la industria es más «digital» que nunca: las aplicaciones son más ingeniosas, las transacciones son más rápidas y los datos abundan. Sin embargo, Stopnevich, cuya empresa cierra la brecha entre la atención de las oficinas familiares boutique y la infraestructura institucional, identificó una falla crítica: muchas empresas han digitalizado sus ineficiencias en lugar de abordarlas.
El consenso de nuestra conversación es que 2026 castigará a las empresas que ven la tecnología como un reemplazo de las relaciones. En cambio, los ganadores serán aquellos que utilicen la IA para sobrealimentar el elemento humano.
Aquí está el plan para esa transformación, basado en los conocimientos de Stopnevich y los datos de mercado más recientes.
Deje de usar IA solo para «chatear» – Implementar IA agente
El error más común que cometen las empresas es limitar la IA a chatbots básicos o generación de contenido genérico. Stopnevich sostiene que para resolver verdaderamente el problema de la «compresión de márgenes», las empresas deben avanzar hacia IA agente – sistemas que no sólo chatean, sino que acto.
- El consejo: Integre Agentic AI para manejar el trabajo complejo y de baja empatía que atasca a los asesores. Úselo para «codificar» la lógica regulatoria, automatizar verificaciones de cumplimiento en tiempo real y crear pistas de auditoría sin intervención humana.
- La obra: No se limite a generar un informe de mercado genérico. Utilice la IA para ejecutar miles de escenarios hipotéticos para la cartera específica de un cliente frente a crisis geopolíticas. Esto cambia la propuesta de valor de «informar lo que pasó» a «proteger contra lo que pasó». podría suceder.»
El «toque humano» es su nuevo alfa
Mientras la IA maneja la lógica, los humanos deben manejar el legado. Stopnevich enfatiza que a medida que la riqueza se transfiere a una nueva generación, la conversación pasa de los «rendimientos» a los «valores».
- La estadística: La «Gran Transferencia de Riqueza» verá 80 billones de dólares se destinarán a los Millennials y la Generación Z para 2045. Estos inversores están impulsados por los valores, con 90% queriendo que su capital influya en las acciones ambientales corporativas.
- El consejo: Reinvierta el tiempo ahorrado por la IA agente en el entrenamiento de Inteligencia Emocional (EQ). Un algoritmo puede predecir una corrección del mercado, pero no puede convencer a un cliente sobre el peso emocional de vender una empresa familiar o estructurar un legado para sus nietos.
- La obra: Coloque a sus asesores no como seleccionadores de acciones (los ETF activos ya lo hacen mejor, con 42% de crecimiento orgánico en 2025), sino como «arquitectos heredados» que comprenden los matices emocionales de la riqueza.
Construya un ecosistema, no un silo
Los días de las empresas financieras de circuito cerrado han terminado. Stopnevich señala que los clientes modernos exigen la agilidad de una fintech combinada con la seguridad de un banco.
- La estadística: Se prevé que los ingresos del mercado privado aumenten alcanzará los 432.200 millones de dólares en 2030. Los clientes quieren acceso a estos activos alternativos, estructuras de pago transfronterizos e instrumentos tokenizados.
- El consejo: Adoptar el «pensamiento ecosistémico». Wise Wolves, por ejemplo, funciona integrando la gestión de capital, los servicios fiduciarios y la estructuración legal bajo un mismo techo.
- La obra: Si no puedes construirlo, asóciate. Deje de ver los servicios de terceros como competidores y comience a verlos como nodos necesarios en la red financiera de su cliente.
Conclusión: el futuro híbrido
Las señales del mercado para 2026 son claras: lo digital es la base, no el diferenciador. Como sugiere Stopnevich, el futuro pertenece a las empresas que pueden combinar a la perfección la eficiencia «fría» de la IA agente con la confianza «cálida» del asesoramiento de alto nivel. Las empresas que dominen este modelo híbrido no sólo sobrevivirán a la transferencia de riqueza, sino que la poseerán.





