El Banco Central Europeo (BCE) bajado El jueves bajó los tipos de interés en un cuarto de punto, hasta el 3 por ciento, su cuarto recorte este año. Esta decisión se produce cuando los responsables de las políticas expresan una creciente preocupación por las perspectivas económicas de la eurozona y las incertidumbres comerciales globales.
El Banco Central Europeo reduce los tipos de interés al 3 por ciento
Las autoridades habían estado reduciendo las tasas desde junio para dirigir la inflación hacia su objetivo del 2 por ciento, con el promedio de inflación reciente registrado en el 2,3 por ciento en noviembre, ligeramente por encima de los meses anteriores debido al aumento de los precios de la energía. El BCE proyecta que la inflación caerá a un promedio del 2,1 por ciento para el próximo año.
Christine Lagarde, presidenta del BCE, comentó durante una conferencia de prensa en Frankfurt que si bien se han logrado avances contra la inflación, la situación «aún no ha cumplido la misión». Los funcionarios contemplaron un recorte más sustancial de medio punto, pero finalmente se conformaron con la reducción de un cuarto de punto, enfatizando que el ritmo de los ajustes de tasas depende de las evaluaciones económicas en curso.
A pesar de los avances sustanciales en el control de la inflación, que alcanzó un máximo superior al 10 por ciento a finales de 2022, otros riesgos se ciernen sobre la economía de la eurozona. La anticipación de aranceles más altos sobre los productos europeos exportados a Estados Unidos, una posibilidad planteada por el presidente electo Donald J. Trump, añade otra capa de incertidumbre. Además, la inestabilidad política en Alemania y Francia (las dos economías más grandes del bloque) exacerba la situación.
Durante el año pasado, varias partes interesadas han expresado su preocupación por la disminución de la competitividad de Europa. No está claro cómo los líderes europeos coordinarán las reformas necesarias. La creciente presión sobre el BCE para que apoye la economía se ve agravada aún más por las bajas previsiones de crecimiento. El personal del banco central ha reducido las expectativas de crecimiento para la eurozona al 1,1 por ciento para el próximo año, por debajo de una proyección anterior del 1,3 por ciento hecha hace tres meses.
Por el contrario, los inversores han ajustado sus expectativas sobre la velocidad de los futuros recortes de tipos. Especulan que el BCE podría reducir la tasa de depósito al 2 por ciento para la primavera de 2025, aunque surgieron algunas dudas después de que los comentarios de Lagarde enfatizaran que la lucha contra la inflación aún está en curso. En intercambios recientes, Fabio Panetta, gobernador del Banco de Italia, expresó su preocupación por la posibilidad de que la inflación caiga por debajo del objetivo del BCE y afirmó que “las condiciones monetarias restrictivas ya no son necesarias”.
La perspectiva de mayores fricciones en el comercio mundial, derivadas de los aranceles previstos por parte de Estados Unidos, podría frenar la economía de la eurozona, afectando particularmente a sectores como el manufacturero. Existe una creciente preocupación de que una guerra comercial pueda obstaculizar la confianza económica y el gasto de los consumidores, que son cruciales para la recuperación.
Las recientes declaraciones del BCE reflejan una conciencia de estos desafíos, y Lagarde instó a una rápida implementación de “políticas estructurales concretas y ambiciosas”. Estas deberían basarse en sugerencias de líderes anteriores como Mario Draghi, que abogó por mejoras en la competitividad, y Enrico Letta, que alentó a fortalecer el mercado único.
Lagarde reiteró la necesidad de que diversos contribuyentes aborden estas cuestiones y enfatizó que “todos tienen que hacer su trabajo”. Sostuvo que el banco central no debería asumir el papel de “experto en todo” para resolver los desafíos económicos de la eurozona. Las complejidades de la situación sugieren que será esencial que tanto los responsables de las políticas como los economistas adopten medidas adicionales para sortear las incertidumbres actuales.
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