La Reserva Federal logró lo que muchos pensaban que era inalcanzable en 2024: un inusual aterrizaje económico suave, reduciendo la inflación sin desencadenar una recesión. Sin embargo, a medida que se acerca 2025, la inflación persistente y los cambios de política que se avecinan bajo el presidente electo Donald Trump están creando nuevas incertidumbres para la economía estadounidense. El cauteloso optimismo del presidente de la FED, Jerome Powell, se ve subrayado por las persistentes presiones sobre los precios, los cautelosos recortes de tasas y las preguntas sobre el impacto futuro de los aranceles, los cambios impositivos y la inestabilidad geopolítica.
La Reserva Federal cerró 2024 con una nota de éxito medido, logrando un aterrizaje económico suave que evitó la recesión que muchos habían temido. Las elevadas tasas de interés guiaron la inflación a la baja y al mismo tiempo mantuvieron el crecimiento económico y las tasas de desempleo relativamente estables. Este raro equilibrio permitió a la Reserva Federal comenzar a recortar las tasas por primera vez en más de cuatro años.
El presidente de la FED, Jerome Powell, expresó su satisfacción con los resultados del año en una conferencia de prensa en diciembre: “Creo que está bastante claro que hemos evitado una recesión. El camino hacia abajo ha sido mejor de lo que muchos predijeron”. Sin embargo, la inflación persistente sigue siendo una preocupación, ya que continúa rondando por encima del objetivo del 2% de la Reserva Federal, y las autoridades proyectan que no alcanzará ese objetivo hasta 2027.
Recortes de tipos con precaución
La Reserva Federal promulgó tres recortes de tipos en 2024, comenzando con una reducción significativa de 50 puntos básicos en septiembre, seguida de recortes más pequeños más adelante en el año. Estas medidas señalaron la confianza del banco central en la estabilidad de la economía mientras abordan la inflación.
Sin embargo, estas acciones no estuvieron exentas de disenso. La gobernadora de la FED, Michelle Bowman, se opuso al recorte de septiembre, argumentando que los objetivos de inflación no se habían alcanzado plenamente. «Una acción política más amplia podría interpretarse como una declaración prematura de victoria», advirtió. La presidenta de la FED de Cleveland, Beth Hammack, también estuvo en desacuerdo en diciembre y prefirió una pausa para garantizar que la inflación reanudara su trayectoria descendente.
La inflación y las políticas de Trump
Mientras el presidente electo Donald Trump se prepara para asumir el cargo, se espera que sus propuestas (que van desde recortes de impuestos hasta aranceles) compliquen la lucha de la Reserva Federal contra la inflación. Powell reconoció el desafío y señaló que los funcionarios de la FED han comenzado a incorporar los posibles impactos de las políticas en sus pronósticos. Sin embargo, las implicaciones exactas de estas políticas aún no están claras, ya que aún se están desarrollando detalles sobre aranceles y otras medidas.
A pesar de estas incertidumbres, Powell enfatizó el compromiso de la FED con las decisiones basadas en datos. «No hemos terminado de reducir las tasas», dijo, «pero procederemos con cautela».
La postura cautelosa de la Reserva Federal respecto de la inflación ha influido en el comportamiento del mercado. Los precios del oro, por ejemplo, cayeron bruscamente después de la conferencia de prensa de Powell, lo que refleja la preocupación por el ritmo más lento de los recortes de tipos y la inflación persistente. El oro al contado cotizaba a 2.592 dólares la onza, lo que supone un descenso diario del 2,05%.
Powell también abordó preocupaciones económicas más amplias, incluidos los riesgos geopolíticos y la tensión de los altos precios al consumidor. Destacó que si bien la inflación persiste en sectores como el inmobiliario, la economía estadounidense ha superado las expectativas. «La economía estadounidense está funcionando muy, muy bien, sustancialmente mejor que nuestro grupo de pares global», dijo.
De cara al futuro, la FED se enfrenta a un 2025 complejo. Las autoridades deben sortear los desafíos duales de la inflación persistente y los posibles cambios económicos que traerá la nueva administración. Como resumió Powell; Las perspectivas para la economía estadounidense son bastante brillantes, pero la cautela sigue siendo esencial.