Adam Mosseri de Meta enfatiza la importancia de examinar el contenido generado por IA en las plataformas de redes sociales. A medida que los deepfakes se vuelven cada vez más sofisticados, la capacidad de discernir la realidad de la invención es esencial para los usuarios.
Mosseri de Meta enfatiza la necesidad de examinar el contenido generado por IA
Los comentarios de Mosseri se producen en medio de crecientes preocupaciones sobre las falsificaciones profundas, que utilizan redes generativas adversarias (GAN) y modelos de difusión como DALL-E 2 para crear imágenes y vídeos falsos que son difíciles de diferenciar del contenido auténtico. El responsable de Instagram cree que las redes sociales pueden ayudar a combatir la desinformación denunciando contenidos falsos, aunque reconoce que no todas las falsedades pueden detectarse ni etiquetarse adecuadamente. “Nuestro papel como plataformas de Internet es etiquetar lo mejor que podamos el contenido generado como IA”, afirmó.
Los deepfakes han evolucionado significativamente en los últimos años. El proceso implica que un modelo de IA genere una falsificación mientras otro la identifica y refina continuamente su precisión. Esto da como resultado un contenido que puede resultar alarmantemente convincente.
A medida que los deep fakes ganan terreno, Mosseri advierte a los usuarios que no confíen ciegamente en imágenes y vídeos en línea. En una serie de publicaciones en Threads, instó a los usuarios a considerar la fuente del contenido compartido, reforzando la idea de que el contexto es crucial en la era digital. Explicó: «Parece que ahora es cuando apreciamos colectivamente que se ha vuelto más importante considerar quién dice algo que qué dice». Esta perspectiva se alinea con la evolución de la alfabetización digital, donde la credibilidad del proveedor de contenido es tan vital como el contenido mismo.
En el panorama de las redes sociales, la capacidad de discernir la autenticidad del contenido visual es más apremiante que nunca. Mosseri señaló la necesidad de que las plataformas brinden contexto sobre el origen del material compartido, haciéndose eco de las iniciativas de moderación dirigidas por los usuarios que se ven en otras plataformas. Destacó que, si bien algunas formas de información errónea generada por la IA pueden identificarse, otras inevitablemente pasan desapercibidas.
Profesor de Stanford enfrenta acusaciones de citar un estudio falso generado por IA
La urgencia de esta cuestión se ve aún más subrayada por el rápido avance de la tecnología de inteligencia artificial. Las herramientas actuales producen fácilmente contenido que parece real y puede distribuirse a gran escala, superando a menudo las capacidades de los moderadores para responder de forma eficaz. A medida que los usuarios navegan por una avalancha diaria de información, se les anima a cultivar un ojo perspicaz, considerando quién comparte la información y las implicaciones detrás de ella.
La investigación sobre cómo las plataformas etiquetan y moderan el contenido generado por IA sigue en curso. El reconocimiento de Mosseri de las limitaciones de las prácticas actuales de etiquetado sugiere la necesidad de estrategias más sólidas para combatir la información errónea. Dados los avances tecnológicos en la generación de medios de IA, sigue siendo una pregunta abierta cómo las plataformas se adaptan a estos cambios y continúan fomentando la conciencia de los usuarios.
Si bien Meta insinúa cambios futuros en sus estrategias de moderación de contenido, no está claro qué tan rápido se implementarán estos cambios o su efectividad para contrarrestar las manipulaciones tecnológicamente expertas que se ven hoy. Las complejidades que introduce la IA generan desafíos que requieren una audiencia proactiva e informada, capaz de evaluar críticamente el contenido que consume en línea.
Crédito de la imagen destacada: Estudio creativo Hartono/Unsplash