La Unión Europea ha cerrado un acuerdo de 10.600 millones de euros (11.100 millones de dólares) para establecer una red de satélites diseñada para competir con Starlink de Elon Musk. Esta iniciativa desplegará cerca de 300 satélites en órbitas terrestres bajas y medias para 2030, con el objetivo de mejorar la soberanía digital del bloque garantizando comunicaciones seguras para los gobiernos.
La UE finaliza una red satelital de 10.600 millones de euros para rivalizar con Starlink
El programa, denominado Iris² (Infraestructura para la Resiliencia, Interconectividad y Seguridad vía Satélite), fue el primero anunciado en 2022. Inicialmente previsto que cueste 6.000 millones de euros, el presupuesto creció un 76% durante las negociaciones, y el 61% de la financiación provino de fondos públicos. Las finanzas restantes se venir de un consorcio conocido como subida espacialque incluye actores importantes como la empresa francesa de satélites Eutelsat. SpaceRise fue seleccionada para gestionar la operación en octubre.
Por el contrario, Starlink de Elon Musk opera actualmente aproximadamente 6.000 satélites. El servicio superó recientemente los 4 millones de suscriptores y ha conseguido importantes asociaciones con empresas como Royal Caribbean y United Airlines. A finales de 2024, Starlink se está preparando para lanzar un servicio directo al teléfono en colaboración con T-Mobile, ampliando aún más su alcance y capacidades.
El proyecto Iris² refleja la creciente determinación de la UE de establecer una presencia sólida en el sector de las comunicaciones espaciales, particularmente en medio de las crecientes preocupaciones sobre la seguridad digital. La decisión de invertir fuertemente en esta constelación de satélites se basa en el deseo del bloque de reducir la dependencia de la tecnología extranjera, particularmente en sectores críticos como las comunicaciones seguras.
La asociación con SpaceRise tiene como objetivo aprovechar la experiencia pública y privada en comunicaciones por satélite. Esta colaboración significa un cambio estratégico para la UE, que le permite desarrollar su propia infraestructura satelital capaz de brindar conectividad donde los servicios terrestres tradicionales pueden resultar insuficientes.
El rápido ascenso de Starlink en el panorama de Internet satelital le ha proporcionado una fuerte ventaja competitiva. Su flota de 6.000 satélites ha logrado una importante cobertura y crecimiento de suscriptores, atrayendo a diversos sectores, incluidos el marítimo y el de aviación. Como Enlace estelar busca nuevos servicios como la conectividad directa al teléfono en asociación con T-Mobile, su influencia en el ámbito satelital global continúa expandiéndose.
La iniciativa de la UE, sin embargo, se distingue por su enfoque en la seguridad y la soberanía. Los líderes dentro de la UE reconocen la necesidad de tener acceso autónomo a canales de comunicación seguros, especialmente para operaciones gubernamentales. Esta visión a largo plazo de una red satelital espera abordar las vulnerabilidades en las infraestructuras de comunicación existentes y, en última instancia, proporcionar una alternativa confiable a los sistemas existentes.
A pesar de sus ambiciosos objetivos, el proyecto Iris² aún enfrenta desafíos por delante. No se espera que los primeros satélites se lancen hasta finales de la década de 2020, lo que dejará a la UE compitiendo con un actor bien establecido como Starlink en los próximos años. Aún no está claro con qué eficacia la UE podrá posicionar a Iris² en un contexto de avances tecnológicos en curso y demandas de mercado en evolución.
Crédito de la imagen destacada: SpaceX/Unsplash