La multa fiscal de 13.000 millones de euros (14.400 millones de dólares) impuesta a Apple es uno de los casos más cuantiosos y significativos en la historia de la legislación fiscal de la Unión Europea (UE). La multa fue impuesta por la Comisión Europea (CE) en 2016, que acusó a Apple de recibir beneficios fiscales ilegales de Irlanda, lo que le permitió a la empresa pagar una tasa impositiva drásticamente reducida durante casi dos décadas. Esta sentencia ha tenido importantes implicaciones para la política fiscal, la gobernanza corporativa y la legislación sobre competencia de la UE. Pero primero, entendamos Cómo empezó todo.
El camino hacia la histórica multa de 13.000 millones de euros a Apple: el inusual acuerdo fiscal en Irlanda
El problema empezó con las operaciones europeas de Apple. Durante muchos años, Apple dirigió su negocio europeo a través de dos filiales irlandesas, Apple Sales International (ASI) y Apple Operations Europe. Estas empresas se encargaban de las ventas de los productos de Apple en toda Europa, pero a pesar de sus enormes beneficios, Apple pagaba una cantidad excesiva de dinero. increíblemente baja tasa impositiva en Irlanda, a veces tan bajo como 0,005%.
Esto fue posible porque Apple tenía un acuerdo fiscal inusual con Irlanda. Apple estableció una “sede central” en Irlanda que solo existía en el papel, lo que significa que no tenía personal ni presencia física. La mayor parte de las ganancias europeas de Apple se asignaron a esta sede central, lo que le permitió a la empresa evitar pagar impuestos sobre esas ganancias en Irlanda o en cualquier otro lugar.
La investigación de la Comisión Europea
En 2014, la Comisión Europea (CE) comenzó a investigar esta situación fiscal y descubrió que Irlanda había otorgado a Apple una ventaja injusta al permitirle pagar impuestos tan bajos. La CE lo calificó de “ayuda estatal ilegal”, es decir, un país que otorga a una empresa un trato especial que otras empresas no reciben. Esto infringe las normas de la Unión Europea (UE), que están diseñadas para evitar la competencia desleal.
En 2016, la CE ordenó a Apple devolver 13.000 millones de euros en impuestos a Irlanda. Según afirmaron, esa era la cantidad que Apple debería haber pagado entre 2003 y 2014 si no hubiera recibido un trato especial.
En 2020, un tribunal inferior de la UE se puso del lado de Apple e Irlanda y dictaminó que la Comisión Europea no había demostrado que Apple hubiera recibido una ventaja fiscal ilegal. Gran victoria para Appley la multa quedó en suspenso.
Sin embargo, en 2023, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), el tribunal más importante de la UE, revocó esa sentencia de primera instancia y dictaminó que Apple, de hecho, recibió beneficios fiscales ilegales de Irlanda y debe pagar los 13.000 millones de euros en impuestos atrasados.
El tribunal confirmó que el acuerdo de Apple con Irlanda le dio una ventaja injusta sobre otras empresas, violando las normas de la UE sobre ayudas estatales. Esto significa que Apple ahora debe devolver el monto total, a pesar de que esperaba que se mantuviera la sentencia anterior.
La jefa de competencia de la UE, Margrethe Vestager, dijo que Apple había pagado muchos menos impuestos que otras empresas durante años, lo que les daba una ventaja injusta sobre sus competidores en Europa, y dijo: «Hoy es un día Gran victoria para los ciudadanos europeos.”
"Hoy es un gran triunfo para los ciudadanos europeos y para la justicia fiscal.
El Tribunal de Justicia confirma que Irlanda concedió a Apple una ayuda ilegal que ahora debe recuperar, y la decisión de la Comisión en el caso antimonopolio de Google Shopping."
— Vicepresidente Ejecutivo @Vestager imagen.twitter.com/1Fko0F66S2
— Comisión Europea (@EU_Commission) 10 de septiembre de 2024
Apple e Irlanda contraatacan
Apple no estuvo de acuerdo con la decisión de la CE y apeló la sentencia. Apple argumentó que había respetado las leyes de todos los países en los que opera y que había pagado todos los impuestos que legalmente debía. Apple afirmó que el caso no era sobre cuánto impuesto debía, sino sobre qué país tenía derecho a recaudar esos impuestos. Argumentó que la mayor parte de sus ganancias provenían de propiedad intelectual desarrollada en los EE. UU., no en Irlanda, por lo que los EE. UU. deberían gravar esas ganancias.
Irlanda también apeló la decisión. El gobierno irlandés discutió que no ofrecía a Apple ningún trato especial y que la Comisión Europea estaba interfiriendo en su derecho a establecer sus propias políticas fiscales. Irlanda es conocida desde hace tiempo por sus bajos impuestos corporativos, que atraen a muchas empresas multinacionales, por lo que el gobierno estaba preocupado por perder su reputación como país favorable a las empresas.
Por qué es importante la multa de 13.000 millones de euros a Apple
- Enorme escala:La multa de 13.000 millones de euros es una de las mayores impuestas hasta la fecha en un caso fiscal y demuestra que la Comisión Europea se toma en serio la obligación de garantizar que las grandes empresas paguen la parte que les corresponde de impuestos.
- Impacto en las políticas fiscales de Irlanda: El caso pone las políticas fiscales de Irlanda en el punto de mira. Los bajos tipos impositivos de Irlanda han atraído a muchas empresas multinacionales, pero esta sentencia sugiere que la UE no tolerará acuerdos que concedan a empresas como Apple ventajas especiales.
- Las empresas tecnológicas bajo la lupa:El caso de Apple forma parte de un movimiento más amplio en Europa para tomar medidas enérgicas contra las grandes empresas tecnológicas. Otras empresas, como Google y Amazon, también han sido objeto de investigaciones por sus prácticas fiscales. Esta sentencia demuestra que la UE está dispuesta a tomar medidas enérgicas contra las empresas que considera que están evadiendo impuestos.
- Sentando un precedente:La decisión podría dar lugar a fallos similares para otras empresas que se han beneficiado de regímenes de baja tributación en la UE. Sienta un precedente legal que dificultará que los países ofrezcan acuerdos fiscales especiales a las grandes corporaciones.
La respuesta de Apple
Apple ha mostrado su decepción por la última sentencia. La empresa insiste en que siempre ha pagado todos los impuestos que debe. Apple también afirma que nunca ha tenido ningún acuerdo especial con Irlanda y sostiene que este caso trata realmente sobre qué país debe gravar sus beneficios, no sobre si debe impuestos.
“Este caso nunca ha tratado sobre cuántos impuestos pagamos, sino sobre a qué gobierno estamos obligados a pagarlos. Siempre pagamos todos los impuestos que debemos dondequiera que operamos y nunca ha habido un acuerdo especial”.
-Apple dijo en un comunicado después del fallo
¿Qué sigue para Irlanda?
Irlanda también restó importancia a la sentencia. El gobierno irlandés reiteró que no dio un trato especial a ninguna empresa y dijo que las cuestiones de este caso son sólo de “relevancia histórica”, lo que significa que no cree que esto afecte a sus políticas fiscales actuales ni a sus futuras inversiones en el país.
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