Ahora que Brasil ha impuesto una prohibición total a la plataforma de redes sociales X, se ha intensificado el debate sobre la libertad de expresión y la censura gubernamental. Esta decisión se produce después de que X se negara a cumplir las órdenes judiciales brasileñas que exigían la eliminación de ciertos comentaristas antigubernamentales, un impasse que pone en tela de juicio el equilibrio entre la regulación y la libertad en Internet.
¿Por qué Brasil prohibió X (Twitter)?
X, la importante plataforma de redes sociales, ahora tiene prohibido operar en Brasil. La prohibición se debe a su negativa a cumplir una orden de la Corte Suprema brasileña que exige la remoción de siete comentaristas antigubernamentales acusados de fomentar el malestar en la región. X ha impugnado la orden, alegando falta de pruebas suficientes para justificar tales acciones y se mantiene firme en su postura, abogando por la “libertad de expresión” por encima del cumplimiento.
La historia comenzó en abril, cuando el gobierno brasileño identificó cuentas específicas que supuestamente difundían información errónea y discursos de odio. A pesar de la directiva del gobierno, X se resistió, argumentando que la demanda carecía de fundamento legal según la ley brasileña y era incompatible con las políticas de moderación recientemente adoptadas para promover la libertad de expresión.
A medida que las tensiones aumentaron, la amenaza de arresto se cernió sobre los empleados locales de X, lo que obligó a la empresa a cerrar su oficina brasileña y evacuar al personal hace dos semanas. Posteriormente, las autoridades brasileñas insistieron en que X designara un representante legal en el país. El incumplimiento de esta demanda, debido al riesgo de posible arresto del designado, llevó a la prohibición de operar en Brasil a la plataforma la semana pasada.
El pueblo de Brasil no está contento con el régimen actual https://t.co/04n2aSsMA8
— Elon Musk (@elonmusk) 1 de septiembre de 2024
Sanciones impuestas y restricciones de la plataforma
La respuesta de Brasil al incumplimiento de X ha sido severa. El país no solo ha prohibido la plataforma directamente, sino que también ha ordenado que la App Store y Google Play Store retiren la aplicación de su disponibilidad. Además, las personas que intenten eludir esta prohibición a través de VPN, ocultando su ubicación para acceder a X, se enfrentan a fuertes multas, de hasta 8.900 dólares por cada infracción.
Las publicaciones polémicas y sus consecuencias
El núcleo de la controversia gira en torno a las afirmaciones infundadas de que las elecciones brasileñas de 2022 fueron manipuladas. Tras los resultados electorales, el expresidente Jair Bolsonaro, que no tuvo éxito en su intento de reelección, afirmó que las máquinas de votación electrónica estaban comprometidas, lo que llevó a un resultado sesgado en su contra. Haciendo eco de las consecuencias de los disturbios en el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero, las afirmaciones de Bolsonaro impulsaron a sus partidarios a lanzar protestas, que escalaron hasta llegar a ataques a edificios gubernamentales clave, incluido el Congreso de Brasil, el Palacio Presidencial y la Corte Suprema.
Las repercusiones fueron significativas: se realizaron más de 300 arrestos y Bolsonaro, que huyó de Brasil después de las elecciones, ahora enfrenta una prohibición de ocho años para postularse a cargos políticos por su papel en la desestabilización de la democracia brasileña. Las cuentas que la Corte Suprema de Brasil ha criticado están vinculadas a la administración de Bolsonaro y niegan persistentemente la legitimidad de los resultados de las elecciones de 2022, lo que podría alimentar aún más la discordia.
Cabe destacar que Elon Musk, un partidario declarado de Bolsonaro durante su presidencia, había participado en múltiples iniciativas comerciales, incluidos planes para expandir los servicios de Internet en Brasil a través de Starlink. Sin embargo, estos acuerdos fueron interrumpidos por la administración sucesora.
Brasil podría multar a los usuarios de VPN
El El New York Times El informe ha arrojado luz sobre las tensiones crecientes en torno a la prohibición de X en Brasil, destacando las multas sustanciales (casi 9.000 dólares por día) impuestas a cualquier persona en Brasil que intente acceder a la plataforma a través de VPN. Esta medida extraordinaria de la Corte Suprema de Brasil subraya la seriedad con la que el país está abordando la difusión de desinformación.
La narrativa que rodea la prohibición no es halagadora para X ni para su director ejecutivo, Elon Musk. Inicialmente motivado por la directiva del gobierno de detener la difusión de información falsa, Musk calificó la acción de “censura”. Este impasse ha puesto a Musk en un aprieto, ya que cualquier retirada ahora podría parecer una capitulación ante las autoridades brasileñas.
La postura firme de Musk, si bien está genuinamente motivada por preocupaciones y principios legales, se alinea con su visión para X. Sin embargo, este conflicto ya ha comenzado a afectar a la plataforma financieramente y en términos de participación de los usuarios en Brasil, y muchos de ellos están migrando a aplicaciones alternativas.
En medio de esta controversia, Bluesky, una plataforma lanzada a principios de este año como una forma de contrarrestar la monopolización de plataformas como Twitter, ha experimentado un resurgimiento de su popularidad, particularmente en Brasil. Su interfaz, que refleja el diseño azul y blanco de X, ha atraído a antiguos usuarios de X. Aunque sigue siendo significativamente más pequeña que gigantes como X y Threads, la base de usuarios de Bluesky se habría duplicado el mes pasado, alcanzando una cifra estimada de 7,79 millones a nivel mundial.
Un portavoz de Bluesky expresó su entusiasmo por alojar a usuarios que buscan alternativas tras la prohibición de Brasil, y afirmó el compromiso de la plataforma con la transparencia, la apertura y los valores centrados en el usuario. No se sabe si Bluesky mantendrá su impulso o si los usuarios volverán a plataformas más grandes como X. Sin embargo, por ahora, Bluesky parece estar beneficiándose de la exclusión de X del mercado brasileño.
Críticas de celebridades sobre la libertad en las plataformas
No solo Brasil ha tomado una postura firme contra la plataforma X, sino que figuras prominentes como Mark Cuban también están expresando su escepticismo sobre la libertad que Elon Musk pretende defender en la plataforma. Cuban expresó sus preocupaciones directamente sobre X, contradiciendo la noción de que es un modelo de libertad de expresión.
“Sé que todo el mundo piensa que esta plataforma es un bastión de la libertad de expresión. Yo veo todo lo contrario”, afirmó Cuban en una publicación. Musk se ha comprometido públicamente a mejorar la plataforma introduciendo nuevas funciones, haciendo que los algoritmos sean de código abierto para fomentar la confianza, combatiendo los robots de spam y garantizando que todos los usuarios sean humanos verificados. Sin embargo, Cuban observa una discrepancia entre estas promesas y la situación actual en X.
“Es tan libre como Elon quiera que sea. Puede intimidar. Puede alterar el algoritmo. Puede suspender a quien quiera en cualquier momento”, articuló Cuban, subrayando el control de Musk sobre la plataforma. “Es el árbitro definitivo de todo lo que hay aquí. Y la mayor jugada de poder es hacer que todos piensen que su expresión es libre hasta que él decide que no lo es, y no hay nada que ninguno de nosotros pueda hacer al respecto”.
No creo que sea trágico. Me gusta hablar con distintas personas sobre distintos temas. Me permite matar el tiempo cuando hago cardio o entre correos electrónicos.
Sé que todo el mundo piensa que esta plataforma es un bastión de la libertad de expresión. Yo veo todo lo contrario.
Es tan libre como Elon quiera que sea…
—Mark Cuban (@mcuban) 1 de septiembre de 2024
A pesar de sus críticas, Cuban sigue participando en X y encuentra algo de placer en las interacciones. “Es por eso que cada vez que me insulta o me pone apodos, le respondo con algo. Es divertido”, reveló Cuban en su intercambio con Voulgaris. “Y sabes que siempre disfruto y respeto nuestro intercambio”.
Cuban también mencionó el valor personal que encuentra en estas interacciones: “No creo que sea trágico. Me gusta interactuar con diferentes personas sobre cualquier cantidad de temas. Me permite matar el tiempo cuando estoy haciendo cardio o entre correos electrónicos”.
Esta no es la primera vez que Cuban acusa a Musk de personalizar las operaciones de X según sus preferencias. En una aparición reciente en “The Daily Show”, Cuban sugirió que Musk podría haber adaptado el algoritmo de X para alinearlo con sus sesgos personales.
¿Dónde trazamos la línea entre la libertad de expresión y la actividad ilegal?
Si bien plataformas como X ofrecen oportunidades de expresión sin precedentes, también enfrentan desafíos a la hora de navegar la compleja interacción de los estándares legales globales y las diversas expectativas de los usuarios.
La libertad de expresión implica la capacidad de expresar opiniones sin censura injustificada. Sin embargo, cuando esas expresiones incitan a la violencia, difunden desinformación o alteran el orden público, se adentran en territorios que la mayoría de los sistemas jurídicos definen como delictivos. El papel de las empresas tecnológicas en la moderación de esos contenidos es fundamental y a menudo polémico, en particular cuando sus políticas se cruzan con preocupaciones de soberanía y seguridad nacionales.
En esta era digital, la justicia exige un delicado equilibrio que garantice que, si bien se preserva la libertad de expresarse, esta no se convierta en un escudo para actividades nocivas. Mientras las plataformas y los responsables de las políticas abordan estas cuestiones, el diálogo entre libertad y regulación sigue siendo crucial. Este equilibrio, en última instancia, dará forma a la comunicación digital, garantizando que la libertad de expresión no se produzca a costa de la seguridad y el orden públicos.
Crédito de la imagen destacada: Kerem Gülen/Middayney