En un acontecimiento histórico, el mayor estudio sobre la vacuna contra la COVID jamás realizado, que abarca datos de 99 millones de personas en ocho países, ha identificado algunos riesgos potenciales asociados con la inyección. Investigadores de la Red Global de Datos de Vacunas (GVDN) analizaron los datos para rastrear cualquier aumento en 13 afecciones médicas diferentes en el período posterior a que las personas recibieron la vacuna COVID, informa Fox News.
El mayor estudio sobre vacunas contra la COVID jamás revelado revela algunas preocupaciones
El mayor estudio sobre la vacuna COVID, publicado la semana pasada en la revista Vaccine, reveló un ligero aumento en las afecciones médicas neurológicas, sanguíneas y cardíacas después de la vacunación, según un comunicado de prensa de GVDN. En particular, las personas que recibieron ciertas vacunas de ARNm mostraron un mayor riesgo de miocarditis, una afección inflamatoria que afecta el músculo cardíaco. Algunas vacunas de vectores virales se vincularon con una mayor probabilidad de coágulos de sangre en el cerebro y el síndrome de Guillain-Barré, un trastorno neurológico.
El comunicado de prensa indicó además riesgos potenciales como inflamación de la médula espinal después de las vacunas de vectores virales, e inflamación e hinchazón en el cerebro y la médula espinal después de las vacunas de vectores virales y de ARNm.
«El tamaño de la población en este estudio aumentó la posibilidad de identificar señales potenciales raras de seguridad de las vacunas», enfatizó la autora principal Kristýna Faksová, Departamento de Investigación Epidemiológica, Statens Serum Institut, Copenhague, Dinamarca. «Es poco probable que sitios o regiones individuales tengan una población lo suficientemente grande como para detectar señales muy raras».

Expertos independientes opinan sobre los hallazgos
El Dr. Marc Siegel, profesor clínico de medicina en el Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York y colaborador médico de Fox News, aunque no participó directamente en la investigación, comentó los resultados. Reconoció que los hallazgos del estudio revelan «alguna asociación poco común entre las vacunas de ARNm y la miocarditis, especialmente después de la segunda inyección, así como una asociación entre las vacunas con vectores de adenovirus Oxford Astra Zeneca y el síndrome de Guillain Barré».
Fundamentalmente, el Dr. Siegel enfatizó que “estos riesgos son raros”, citando otros estudios que demuestran que las vacunas reducen significativamente el riesgo de miocarditis en comparación con contraer el propio COVID. Enfatizó que todas las vacunas tienen efectos secundarios, lo que generó la necesidad de un análisis riesgo-beneficio para cada individuo, considerando las posibles consecuencias tanto de los efectos secundarios de la vacuna como de contraer el virus en sí, incluidas complicaciones a largo plazo como confusión mental, fatiga, tos, y problemas cardíacos.
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El Dr. Jacob Glanville, director ejecutivo de Centivax, una empresa de biotecnología de San Francisco, se hizo eco del sentimiento del Dr. Siegel. Afirmó que el estudio más grande sobre la vacuna COVID “está confirmando en una cohorte mucho más grande lo que se había identificado previamente en los estudios originales durante la pandemia”, refiriéndose a la rara aparición de miocarditis y pericarditis con vacunas de ARNm y coágulos sanguíneos con vacunas de vector viral. . Reiteró que “las probabilidades de todos estos eventos adversos siguen siendo mucho, mucho mayores cuando se infecta con SARS-CoV-2 (COVID-19), por lo que vacunarse sigue siendo, con diferencia, la opción más segura”.

Importancia de la investigación y contexto más amplio.
Este mayor estudio sobre la vacuna COVID forma parte del Proyecto Global de Seguridad de las Vacunas COVID (GCoVS), una iniciativa de investigación más amplia apoyada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. (HHS). Vale la pena señalar que más del 80% de la población estadounidense ha recibido al menos una dosis de la vacuna COVID, según los CDC.
Si bien el estudio identifica algunos riesgos potenciales, refuerza el mensaje crucial de sopesar los riesgos y beneficios de la vacunación en consulta con los profesionales de la salud. Los hallazgos no requieren un cambio radical de perspectiva, sino que proporcionan más evidencia para la toma de decisiones informadas sobre la salud individual y la protección contra una enfermedad potencialmente grave y de largo plazo.
Crédito de la imagen destacada: Daniel Schludi/Unsplash